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Instale detectores de humo.
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Practique simulacros de incendio en casa.
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Tenga varios extintores de incendios que funcionen y que estén disponibles fácilmente.
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Enséñeles a sus hijos a gatear hacia las salidas si hay humo en la habitación.
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Compre una escalera de seguridad si su casa tiene un segundo piso y enséñeles a sus hijos cómo usarla.
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Enséñeles a sus hijos a detenerse, tirarse al piso y rodar si su ropa se incendia.
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Evite fumar en el interior.
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No deje comida cocinándose sobre la estufa sin prestarle atención.
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Guarde bajo llave los líquidos inflamables en casa.
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Baje la temperatura de su calentador de agua
Prevenciòn y tratamiento:

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Tan pronto como sea posible, sumerja la quemadura en agua fría. No dude en dejar caer agua fría sobre la quemadura tiempo suficiente como para enfriar el área y aliviar el dolor inmediatamente después de la lesión. No utilice hielo sobre una quemadura. Eso puede retrasar la recuperación. Tampoco frote una quemadura; puede aumentar las ampollas.
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Enfríe inmediatamente cualquier ropa que esté ardiendo sumergiéndola en agua, luego retire cualquier ropa que esté sobre el área quemada a menos que se haya pegado firmemente a la piel. En ese caso, corte tanta ropa como sea posible.
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Si el área lesionada no exuda, cubra la quemadura con una gasa estéril o un paño seco y limpio.
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Si la quemadura exuda, cúbrala ligeramente con gasa estéril si tiene disponible y busque atención médica de inmediato. Si no tiene gasa estéril disponible, cubra las quemaduras con una sábana o toalla limpia.
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No coloque mantequilla, grasa ni talco sobre una quemadura.